Los distintos "ruidos de colores" tienen un impacto específico en el bienestar. El ruido blanco, por ejemplo, puede enmascarar las perturbaciones ambientales, mientras que el marrón y el verde mejoran el autocontrol y la memoria, respectivamente. Este artículo demuestra el potencial de los sonidos personalizados para enriquecer la calidad de vida en entornos domésticos y laborales.